miércoles, 26 de febrero de 2025

 Llega sin pedir permiso este marzo loco, inestable, capaz de soleados y cálidos días de primavera y de las más feroces ventiscas y heladas. Pese a ello, la vida pugna por resurgir; los sotos se llenan de flores y de cantos de aves. Aves que llegan y otras que se van. Los anfibios viven sus amores más tórridos, mientras la mayoría de los búhos contemplan ya sus nuevas polladas. En el robledal de la ladera, el tejo ya ha florecido, y los bosquetes de estacas desnudas, se engalanan con el oro de los narcisos. El amor está ya en el aire, a expensas que el viento amaine, y demos la bienvenida a la primavera.