viernes, 20 de julio de 2012

Las ninfas del bosque












Con la llegada del calor, los campos se llenan de flores, las praderas se agostan y miles de mariposas alegran las mañanas soleadas. Son estas ninfas del bosque, las  mariposas, uno de los seres vivos que sufren una de las transformaciones más asombrosas de la naturaleza.
Las orugas nacidas de los huevos que se pusieron  en el envés de las hojas o sobre las plantas nutricias especificas de cada especie, se alimentan de ellas hasta llegar a su total desarrollo, es entonces, cuando elaboran una especie de estuche o crisálida, donde sufren la transformación.
Lo que hace apenas unos días era una oruga de pelos urticantes, sale transformada en una mariposa de increíbles colores, que a menudo tiene una vida efímera, lo suficiente para aparearse y poner los huevos o por el contrario, hiberna en fase de adulto, para procrear, al año siguiente.
Es el caso del pavón diurno o pavo real (Inachis io), la primera generación que vuela en primavera, son ejemplares invernantes, que pasaron el invierno escondidos entre las ramas secas o en el hueco de algunas piedras. El pavón, cuando cierra sus alas, estas tienen un aspecto parduzco, que se confunde fácilmente con las cortezas o las paredes de las rocas. Si se ve acosado por un depredador, abre sus alas y muestra el anverso de un rojo intenso y dos grandes ocelos azules, que simulan dos grandes ojos, que  intimidan al posible depredador. Durante la primavera, sus huevos eclosionarán y darán como resultado una generación que volará durante el verano y principios del otoño.
Lo más característico de los lepidópteros, son su gran variedad de colores y diseños. Estos colores se deben a una serie de escamas que tapizan sus alas. Cuando la luz incide sobre estas, reflejan la luz emitiendo longitudes de onda que nosotros vemos como colores, incluso con reflejos metálicos. Estos colores sirven en su mayoría para atraer a  miembros del otro sexo, para procrear lo antes posible, en tan corta vida.
Muchas de ellas, disponen de una especie de trompa enrollable, espiritrompa, gracias a la cual se alimentan principalmente de polen y néctar, pero también liban excrementos, fruta podrida u orina de otros animales. Sin embargo en aquellas especies de corta vida, el imago no necesita alimentarse por los cual, carece de ella.
Algunas son especialistas en tóxicos, alimentándose de plantas venenosas, que solo ellas son capaces de neutralizar, como el Cinabrio (Tyria jacobaeae) cuya oruga, de un bonito color amarillo con franjas negras, se alimenta de la hierba de Santiago. Tras su metamorfosis se convierte en una mariposa de color gris azulado y rojo.
Al caer la noche las ninfas del bosque, no desaparecen, solo son sustituidas por las mariposas nocturnas o polillas. Estas son muy fáciles de reconocer, pues en sus antenas presentan unas pilosidades en los extremos, que les sirven guiarse en la oscuridad y su cuerpo posee una gran pilosidad. Generalmente, no son tan vistosas como las diurnas pero como en todo, también hay excepciones. Una de estas excepciones es la Isabelina (Graellsia Isabelae), de un bello color verde, surcado por venas de color marrón rojizo. Pasa el invierno en forma de crisálida entre la hojarasca del pinar, para emerger en forma de imago o adulto entre mayo y junio. Durante la noche busca pareja y depositará los huevos entre las acículas de los pinos de los cuales se nutre. Durante el verano la oruga sufre diversas mudas con las que también cambia de coloración, de negra a verde moteada de blanco, pasando por tonos marrón grisáceo. Con la llegada del frío, descenderá de los pinos, para crisálidar entre la pinocha y el musgo del pinar.
Pavón diurno (Inachis io)

Isabelina (Graellsia Isabelae)

Chupaleche (Iphiclides podalirius)

Machaón (Papilio machaon)

Perlada rojiza (Clossiana euphrosyne)

Vanesa de los cardos (Cynthia cardui )

Pandora (Pandoriana pandora)

Lobito agrestre (Pyronia  tithonus)

Cinabrio (Tyria jacobaeae)
Apolo (Parnassius apollo)

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